Ennio Morricone en Chile. Cuando lo escuche por primera vez pensé que era un sueño cumplido. Es cierto, viene a realizar un concierto el miércoles 19 de marzo; show que será completamente gratuito. La Municipalidad de Vitacura, Celfin Capital y diario El Mercurio traerán a este compositor, el cuál, se hará acompañar por la Orquesta Sinfónica de Roma y el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile.
El maestro Morricone representa fielmente el arte de contar historias por medio de la música. Su capacidad para ambientar una escena y crear melodias fácilmente reconocibles; es notable. Sus colaboraciones en películas suman más de 500, nombrarlas nos parece una tarea innecesaria en este momento. Basta citar películas como Cinema Paradiso, La Misión, Erase una vez en América, entre muchas otras. Como algunos cinéfilos señalan, resultaría difícil imaginar como serían esas películas sin su música. Ciertamente, las bandas sonoras del maestro, han salvado a más de una película, cuya historia era más que prescindible.
Estoy convencido que las películas hacen este mundo más vivible y amable. La música juega en ellas, un rol fundamental. Morricone la llama "música aplicada". La función de la música en el cine es que de una manera u otra, ella existe para construir un puente invisible entre el film y el espectador. Este "puente" es sin duda un camino pleno de emociones; construido a través de imágenes que perduran y sonidos que nos traen a la memoria un momento de nuestras vidas, un ser amado, un acontecimiento histórico, un diálogo, algo que, ciertamente, nos hace más humanos.
Conocimos hace ya algún tiempo el trabajo del maestro Morricone, sus bandas sonoras han ido formando parte de nuestras vidas: acompañando el sufrimiento, la alegría, el gozo y la esperanza por una existencia plena, y en general, a todas aquellas sensaciones que a cada instante experimentamos; junto a los personajes cinematográficos.
Querido maestro, sabemos que se repartiran 5000 entradas de un total de 10.000 para asistir a su presentación en vivo, en el Parque Bicentenario de Vitacura. Tal vez, no alcancemos a obtener una de esas entradas, pero hace más de 20 años que asistimos puntualmente a la cita con esa cadencia evocadora de un oboe y esas miradas cómplices de unos personajes cinematográficos, que se encuentran después de varios años de no verse. Como un lápiz que atraviesa una hoja en blanco, vuestra música se quedó en nuestro corazón por siempre. Hoy día, sólo queremos decirte: "ringraziamenti per tutto l'caro amico dell'anima"
domingo, 10 de febrero de 2008
Al maestro, con cariño
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