domingo, 20 de enero de 2019

Metacognición I


Entre los variados aspectos de la metacognición, podemos destacar los siguientes:
  • La metacognición se refiere al conocimiento, concientización, control y naturaleza de los procesos de aprendizaje.
  • El aprendizaje metacognitivo puede ser desarrollado mediante experiencias de aprendizaje adecuadas.
  • Cada persona tiene, de alguna manera, puntos de vista metacognitivos, algunas veces en forma inconsciente.
De acuerdo a los métodos utilizados por los docentes durante la enseñanza, pueden alentarse o desalentarse las tendencias metacognitivas de los alumnos y alumnas.
"La metacognición hace referencia al conocimiento de los propios procesos cognitivos, de los resultados de estos procesos y de cualquier aspecto que se relacione con ellos; es decir, el aprendizaje de las propiedades relevantes que se relacionen con la información y los datos".
La metacognición posee cuatro características que la identifican:
  • Llegar a conocer los objetivos que se quieren alcanzar con el esfuerzo mental.
  • Posibilidad de elección de las estrategias para conseguir los objetivos planteados.
  • Autoobservación del propio proceso de elaboración de conocimientos, para comprobar si las estrategias elegidas son las adecuadas.
  • Evaluación de los resultados para saber hasta qué punto se han logrado los objetivos.
Siguiendo las características recién presentadas, la metacognición requiere saber qué (objetivos) se quiere conseguir y saber cómose lo consigue (autorregulación o estrategia).
Entonces, podemos decir que un estudiante es cognitivamente maduro cuando sabe qué es comprender y cómo debe trabajar mentalmente para comprender.
Comprender los alcances de la metacognición en el ámbito escolar permitiría responder a ciertas preguntas tales como: ¿qué hace mal el alumno o alumna en su proceso de aprendizaje?, ¿qué no hace el estudiante para que su aprendizaje sea eficaz?, ¿qué hace mentalmente el estudiante eficaz para obtener un aprendizaje profundo? La respuesta a estas preguntas ha permitido desarrollar modelos de enseñanza y de aprendizaje que hoy se conocen como "estrategias de aprendizaje". De esta manera, los(as) profesores(as) pueden contar con los conocimientos y las herramientas necesarias para combatir el bajo rendimiento escolar y fortalecer a los alumnos y alumnas con métodos eficaces para aprender.
Para lograr esto, no es necesario que entiendan a fondo los procesos metacognitivos ni la investigación científica que se ha realizado en torno ellos, sólo se requiere que se les enseñe a aprender -considerando los principios de la metacognición-, desarrollándose en ellos las habilidades y procesos importantes para la metacognición. Estos procesos funcionan de una manera similar a una persona puede aprender a hablar bien sin conocer las reglas gramaticales, pero no puede hablar bien si no aplica esas reglas.
La metacognición y las estrategias de aprendizaje
En los últimos años y a la luz de los resultados arrojados por las investigaciones sobre la metacognición, se han desarrollado y diseñado métodos, programas, técnicas y estrategias sobre los aspectos fundamentales involucrados en el aprendizaje.
A modo de ejemplo, su pueden enumerar los métodos más importantes: identificación de las ideas principales, subrayado, resumen, redacción escrita, comprensión, atención, memoria, apuntes, razonamientos, solución de problemas, enseñar a pensar, arte de preguntar, representaciones, etc.
Esta separación es artificial puesto que la mente trabaja globalmente, sin desvincular unas acciones de otras. Por ejemplo, es difícil separar el pensar del razonar y de la resolución de problemas.
¿Qué es una estrategia?
Podemos definir estrategia como el "conjunto de procesos cognitivos encuadrados conjuntamente en un plan de acción, empleados por un sujeto, para abordar con éxito una tarea de aprendizaje". Tanto la metacognición como las estrategias son en cierto modo indisociables, pero no obstante se refieren a dos conceptos diferentes.
Para desarrollar estrategias metacognitivas en el aula debemos:
  • Decidir cuál es la naturaleza del problema que hay que solucionar.
  • Formar una representación mental que guíe la ejecución de las estrategias.
  • Localizar la atención y otras operaciones mentales.
  • Observar los procesos de la solución.
De esta manera estaríamos generando mejores y más sólidos aprendizajes en nuestros alumnos y alumnas. Se colabora al mismo tiempo en la construcción de saberes y se responde a los principios del constructivismo, que son:
  • El conocimiento no es recibido en forma pasiva, sino construido activamente por el sujeto cognoscitivo.
  • La función cognitiva es adaptativa y permite al que aprende la construcción de explicaciones viables sobre las experiencias.
  • El proceso de construcción de significados está siempre influenciado por el entorno social del cual el individuo forma parte.
Siguiendo lo dicho, conviene remarcar que el constructivismo reconoce el aprendizaje como una construcción activa realizada por el sujeto que aprende -estudiante, docente- aun cuando se apliquen metodologías tradicionales.
Lo que el enfoque constructivista permite, es advertir las dificultades que suelen tener los alumnos y alumnas –o sujetos en situaciones de aprendizaje- para aprender, aporta una guía para desarrollar estrategias de enseñanza y aprendizaje más eficientes, empleando un proceso de enseñanza donde el protagonista central es el alumno, sus intereses, sus habilidades  para  aprender  y sus  necesidades  en el sentido   más  amplio.

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