Si vamos a hablar de curiosidades matemáticas, no pueden faltar los“números mágicos” entre los cuales el número aúreo es el rey. Y no lo es porque su nombre nos invite a pensar en una corona de oro (la palabra oro proviene del latín aurum), sino porque existen un gran número de fenómenos de la naturaleza regidos por él, desde la conchas de los caracoles hasta las proporciones de nuestro propio cuerpo.
Matemáticamente hablando, este número responde a la proporción existente entre dos segmentos de una recta, llamados a y b, que a su vez obedecen a la fórmula (a+b)/a=a/b y se representa como (1+√5)/2, que es aproximadamente igual a 1’61803398874988…
Pero vayamos a lo más interesante del asunto. ¿Dónde podemos encontrar este número? Ya hemos dado algunos ejemplos, pero es sorprendente la cantidad de lugares en los que lo podemos ver. Como es lógico, se puede encontrar en un gran número de teoremas matemáticos, pero lo más increíble es que otras disciplinas ajenas a las matemáticas también poseen leyes que lo tienen en cuenta.
Un claro ejemplo es el de la ley de Ludwig, usada en botánica con motivo del gran número de fenómenos de este área en los que se puede encontrar la proporción áurea, encerrada detrás de la disposición de los pétalos de una flor o las nervaduras de las hojas de los árboles, por ejemplo.
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