El Aprendizaje significativo
En el proceso de aprendizaje de un sujeto, lo que abre la puerta a aprender es la emoción. Esta despierta en laspersonas, la curiosidad, el interés y por tanto el foco de la atención.
La atención nace de algo que puede significar recompensa (placer) o castigo (peligro) y que por tanto tiene que ver, lo digo una vez más, con la supervivencia del individuo.
Atendemos a aquello que nos interesa porque nos proporciona una recompensa positiva o porque nos evita una recompensa negativa. Aquello que no resulta significativo para nosotros, no suscita nuestra atención.
Las recompensas positivas en el caso de los niños dependen por supuesto de la edad y el contexto. Lo que es significativo y atractivo para un niño de preescolar, no lo es para uno de primaria o secundaria. Esto implica que la significación del aprendizaje varía en función de la persona que tenemos delante por aprender o por enseñar. Esto hace del proceso del aprendizaje algo personal e intrínseco a la emoción y características del sujeto.
En el caso de los alumnos con Trastorno por déficit de atención e Hiperactividad (TDAH) esto tiene una significación mayor, ya que sus mecanismos de recompensa se ven alterados por la propia presencia del trastorno, impidiendo aún más la focalización de la atención sobre el estímulo.
El esfuerzo atencional en el TDAH está directamente relacionado con el interés o motivación que suscita una tarea, estimulo, o persona. Esto explica como los alumnos con TDAH obtienen mejores resultados, aprenden de forma más óptima los contenidos, obtienen mejores puntuaciones y calificativos más positivos de aquellos profesores con los que empatizan, tienen en consideración sus necesidades les brindan apoyo, o les refuerzan y animan el trabajo y el esfuerzo.
Y en cambio tienen peores resultados en aquellas áreas o asignaturas donde no se estimula tanto la emoción y el autorrefuerzo, el apoyo, la presentación de los contenidos es monótona y lineal, no se integra con aprendizajes o experiencias relacionadas y el alumno no toma un papel activo en el proceso de aprendizaje.
Los niños y adolescentes atienden, aprenden y memorizan más y mejor aquellas cosas que les han resultado interesantes, que les ha llevado a recordar cosas personales, donde se han sentido identificados, que les ha suscitado un emoción positiva o negativa, es decir, aquellos aprendizajes obtenidos o vividos desde su propia experiencia.
BIBLIOGRAFÍA
Mora, F. (2013). Neuroeducación. Madrid: Alianza Editorial.
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