Desde  hacia  algún  tiempo  ella  no  hablaba  mucho  en  clases.  Estaba   convencida  de  que  nada  cambiaría. No podía  entender  y eso  la  angustiaba.  Cada   cierto  tiempo,  sus  ojos   se  cerraban  para  descansar  por  intervalos  breves  de  tiempo. Con  esto  lograba  concentrarse   y  de paso  evitaba  el cansancio acumulado;  después  de  los  30 primeros   minutos de iniciada  la prueba.  Casi  al  borde  del  inmovilismo ,  provocado  por  un  constante  dolor  de  cabeza,  creía  ver  a   su  mejor  amiga;   escribiendo  en  la  pizarra;  mientras ella   extraía,  de una  bolsa,  con  fichas numeradas  del  1  al  50  una  de  ellas.  La   frase  que  resaltaba   en   la  pizarra  decía:  ¿  Cuál  es la    probabilidad  de   que  la  ficha  extraída    corresponda  a  un  número  divisor  de  36  ?
Estimado  lector  ¿ Puedes  responder esta  pregunta ?
Colectivo  Aula   Poética,  Bernardo  Ortega.


 
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