“Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida" (Proverbio chino)
Hace unos días leí un comentario en un blog que rezaba: “En mi escuela hay 16 computadores, pero 4 de ellos están malos. ¿Cómo quieren que trabajemos en esas condiciones?”.
Esta es una queja que escuchamos con cierta frecuencia por parte de algunos miembros de la comunidad escolar. Cuando se les visita, es posible observar que no son sólo los computadores los que no funcionan, sino que también los implementos deportivos, las bibliotecas, el casino y hasta los baños. Es esa mañosa costumbre que nos paraliza frente a cualquier problema, por mínimo que sea, a la espera de que venga “alguien de afuera” o “el responsable del nivel central” a resolverlo, actitud que podríamos bautizar como “asistencialismo crónico”.
Tras ese lamento, a menudo se esconde la comodidad de no hacernos cargo de las cosas que están bajo nuestra tutela y responsabilidad, y culpar a otros (es importante señalar por ejemplo que cada vez que los sostenedores reciben computadores, ellos firman un convenio mediante el cual se hacen responsables de mantenerlos, pero pareciera que algunos tienen apuro en olvidar estas cláusulas). Esta actitud es particularmente grave cuando ella se instala en una institución que tiene la gran tarea de formar a las futuras generaciones ya que inevitablemente se traspasa al proyecto educativo y a los jóvenes que están en proceso de formación.
Curiosamente, a pocas cuadras de la primera, otra escuela con los mismos recursos, nos muestra con orgullo las excelentes condiciones con que mantiene su infraestructura digital, e incluso cómo ha logrado conseguir nuevos computadores, claro ejemplo de que lo que se pide no está fuera de su alcance sino que depende más bien de un estado de ánimo, una disposición o actitud frente a la vida.
Curiosamente, a pocas cuadras de la primera, otra escuela con los mismos recursos, nos muestra con orgullo las excelentes condiciones con que mantiene su infraestructura digital, e incluso cómo ha logrado conseguir nuevos computadores, claro ejemplo de que lo que se pide no está fuera de su alcance sino que depende más bien de un estado de ánimo, una disposición o actitud frente a la vida.
Es indudable que las inversiones en infraestructura digital requieren de recursos para su mantención. Es también cierto que si se les quiere sacar provecho a estas inversiones, se requiere de un buen soporte técnico-pedagógico en cada escuela. Sin embargo, no es menos cierto que una escuela que se organiza adecuadamente, que diseña creativamente sus procesos, puede montar estos soportes a costos bastante bajos. Algunos ejemplos que vemos a diario en los establecimientos y que constituyen buenas prácticas:- Los alumnos más aventajados tecnológicamente han sido organizados para dar soporte a la infraestructura digital, a cambio de algunas regalías como por ejemplo, contar con mayores facilidades para acceder a los computadores. - Los asistentes de la educación han sido capacitados para desempeñar una parte importante de las funciones de administración y soporte- Algunos establecimientos han hecho convenios de colaboración con empresas de soporte informático, intercambiando servicios.- Otros establecimientos se han organizado de modo de contar con un buen soporte telefónico, mediante el cual pueden llegar a resolver sobre el 85% de los problemas. Este soporte debe permitir la toma de control remoto de las estaciones por parte de técnicos, soporte que es ofrecido gratuitamente por Enlaces. - Buena gestión de las garantías (todos los equipos son adquiridos con al menos 3 años de garantía).
La experiencia nos indica que este es el momento de cambiar el interruptor y dar el paso hacia una verdadera apropiación y autonomía; dejando de lado el asistencialismo.
Recopilación Aula Poética, Didier de Saint Pierre.
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