sábado, 21 de enero de 2017

Matemática III

Tradicionalmente han existido dos razones básicas para enseñar Matemáticas:
a) Su facultad para desarrollar la capacidad de pensamiento.
Luis Vives, s. XVI, ya señaló que “son una asignatura para manifestar la agudeza de la mente”. En el momento actual se sabe que su incidencia en el desarrollo de la capacidad de razonamiento de una persona depende del modo en que se enseñen (Cockcroft, 1985).
b) Su utilidad, tanto para la vida cotidiana como para el aprendizaje de otras disciplinas necesarias para el desarrollo personal y profesional.
La facultad de predecir de las Matemáticas es utilizada a diario a nivel vulgar: qué gasolina gastaremos en un viaje, cuál es su costo, tiempo en seremos alcanzados por una tormenta, etc. A lo largo de la Historia se han dado situaciones conocidas por todos en las que un matemático predijo algún eclipse o hecho insólito. Por citar sólo un caso, y aunque esta predicción a la que voy a referirme no está al alcance de cualquiera, recordaré la del algebrista John Couch Adams, quien con lápiz y papel, demostró en 1846 la existencia de Neptuno a partir de las alteraciones sufridas en la órbita de Urano por “un elemento extraño”; señaló las coordenadas del objeto que alteraba la órbita y a los expertos sólo les quedó enfocar sus telescopios.
Las Matemáticas parecen poseer el asombroso poder de explicar cómo funcionan las cosas, por qué son como son y qué nos revelaría el universo si fuésemos capaces de escuchar”. (Cole, 1999, p.11). Esto entronca de lleno con el pensamiento griego ya que explicaron un mundo relativamente sencillo, y ahora se ocupan de hacerlo con otro más complejo. Son, pues, una herramienta de gran utilidad para predecir, explicar y representar todo lo que nos rodea.
Si nos salimos de su aplicabilidad en tareas cotidianas, no es menos cierto que existe una razón de orden práctico para su presencia en la formación de personas, a muy distinto nivel: son necesarias para desarrollar habilidades laborales y dar respuesta a cuestiones científicas y tecnológicas. Desde este punto de vista, y puesto que afectan a los conocimientos esenciales para la práctica ciudadana responsable y efectiva, surge el llamado “enfoque cultural” de la enseñanza de las Matemáticas que pasa, necesariamente, por enseñarlas en contextos sociales de interés para quienes han de aprenderlas.
'se deriva de la griega maqhmatikoz. Utilizada como adjetivo tiene el significado de  exacto, preciso. También es utilizada para referirse a una cosa perteneciente o relativa a las matemáticas. Como sustantivo, masculino o femenino, se usa para nombrar a la persona que profesa las matemáticas o tiene en ellas especiales conocimientos..Además de las dos razones ya consideradas, habría que añadir una tercera que no suele explicitarse demasiado: La potencia de las Matemáticas como medio de comunicación

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